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martes

Epistemología: ¿Existe la verdad Absoluta?


“El Hombre es la medida de todas las cosas”
Protágoras

Por Giovanni Salva

Responder a este interrogante implica profundizar un poco en cada postura epistemológica, pues en ellas se evidencian diferentes teorías acerca de la verdad. La búsqueda de la verdad es tan antigua como lo es el género humano. Analizando cada una de estas teorías, pareciera que ya todo está resuelto, que ya todo está dado que su andamiaje es único y definitivo en cada contexto histórico en que se han encarnado sus postulados.
Para comenzar podemos decir, que los seres humanos nos comunicamos mediante fonemas o imágenes mentales del sonido. Estos sonidos están cargados de un significado. Por eso, cuando hablamos de la verdad, parece que todos debemos entender lo mismo y manifestar nuestro acuerdo fonemático. Pero lo cierto es que esto no ocurre de esa manera. Esto se debe a que cada uno de nosotros (cada mente) puede interpretar esta palabra de distintas formas, ya que como sujetos poseemos un canon axiológico, que desdibuja a su antojo nuestra comprensión del término.
Revisemos un poco de Teoría de la Verdad, la cual nos ayudará a ubicarnos en el contexto. Para los griegos la palabra alétheia[1] era lo permanente de las cosas que duraba oculto bajo las apariencias de la realidad que captan nuestros sentidos. Este era el significado genuino de verdad, es decir una propiedad de los seres de carácter metafísica u ontológica[2]. La verdad y la realidad estaban combinadas en un delicioso coctel que solo podía saborearse por la mente, (o por el pensamiento) la cual podía penetrar más allá de los sentidos.
Posteriormente, los romanos aportan un sentido diferente del concepto de verdad, al introducir el vocablo latino veritas[3], el cual hace más referencia a la exactitud de lo que se afirmaba en los bulliciosos estrados jurídicos de los descendientes de Rómulo y Remo. Según esta concepción, solamente es verdadero aquel relato que es fiel y exacto. De esta forma comienza el giro interpretativo que nos permite evidenciar como en el caso griego la verdad estaba en los objetos y ahora la verdad se encuentra en lo que se dice de los objetos. Las lógicas mentales, difieren. Bajo esta influencia y de esta forma, la verdad griega deja de ser una propiedad ontológica para convertirse en una propiedad del conocimiento o verdad epistemológica.
A pesar del desplazamiento interpretativo, este concepto de verdad no logró separarse del concepto de realidad. Por ello, a partir de este momento, se considerará verdadero cualquier enunciado que concuerde con la realidad de los hechos y falso el que no corresponda con esta realidad. En medio de esta dual exquisitez, surge un tercer concepto de verdad, la verdad lógica la cual está desprovista de contradicción.
Pero antes de revisar la verdad lógica, recordemos que en la época medieval, la escolástica hace un análisis de la verdad sosteniendo que la misma es Dios y que existe otra verdad perteneciente a la naturaleza humana, la cual se recibe por revelación y es alcanzada por la razón[4]. Pero aún queda otra espeluznante verdad, el dogma o conjunto de verdades absolutas, que no admiten verificación alguna y que fueron y son el caballo de batalla de la Iglesia católica. Esta temible verdad, hizo que hombres ilustres del renacimiento reaccionaran (inspirados en el redescubrimiento de los clásicos griegos y el humanismo) mediante el poder del razonamiento y fundamentaran su voz y sus conocimientos en la observación y la experiencia en vez de la autoridad y el temor. Hombres como Galileo Galilei, Leonardo da Vinci y Andrea Vesalius, serán siempre reconocidos por sus aportes incuestionables (mentes lúcidas) al problema de la verdad y por ende al problema del conocimiento humano[5].
Ahora volvamos a la verdad lógica. Como hemos visto, no basta entonces con saber qué entendemos por verdad. Es necesario saber cuando un enunciado se constituye en verdadero o cuando se constituye en falso[6] y así, nuevamente no logramos convencernos con un único criterio y en cambio recurrimos a un arsenal de teorías que se deben entender más como complementarias que como disímiles u opuestas para desentramar el problemilla de la verdad.
En la época moderna, el problema del conocimiento tiene como centro el conocimiento científico. En estas calendas, hablar de la verdad incluía dos tipos de verdades a distinguir: la verdad empírica y la verdad formal. La verdad empírica se sustentaba por la teoría de la correspondencia o adecuación[7] y la verdad formal se sustentaba en la teoría de la coherencia o no contradicción[8].
La discrepancia sobre la verdad, se agudiza entre racionalistas y empiristas. Observemos dos concepciones antagónicas. René Descartes, propone la evidencia[9] como criterio de verdad. Lo verdadero es lo evidente y lo evidente es indubitable. Por ello el punto de partida en Descartes, es la duda metódica o la exigencia de una evidencia indestructible. La verdad cartesiana sirve de fundamento sólido para descubrir otras verdades. David Hume, distingue entre impresiones e ideas para introducir un criterio que permitirá decidir sobre la verdad de nuestras ideas. Una idea es verdadera si proviene de una impresión; y es falsa si no procede de impresiones[10].
Para conciliar estas posturas, (entre ingleses y franceses) Emmanuel Kant, encontrará una verdad de carácter trascendental. Esta se refiere a las condiciones a priori que existen en el sujeto humano y que hacen posible la concordancia del entendimiento con su objeto[11]. Las ideas apriorísticas Kantianas de tiempo y espacio permitirán prestarle definitivamente una buena base al positivismo lógico.
El desarrollo del Positivismo lógico[12] en el siglo XX sería el resultado de diferentes influencias como por ejemplo, la geometría Euclidiana, el empirismo inglés combinado con el racionalismo y la influencia kantiana. La verdad se evidencia en la realidad objetiva pero el problema de la misma, se plantea en relación con los enunciados y las proposiciones que pretenden explicar lo que son las cosas[13]. Los hechos son el objeto de la ciencia, Comte los denomina como hechos positivos, los cuales son independientes de la experiencia. Para el positivismo el hecho (empírico) es la única realidad científica y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia[14].
El construccionismo social, es una posición epistemológica, sobre como la sociedad construye el conocimiento y realiza una crítica hacia el conocimiento dado por hecho. En esta cosmovisión, la verdad es una elaboración discursiva hecha por las diferentes disciplinas. Bajo esta premisa, la verdad no se conoce, se construye mediante el lenguaje[15].El construccionismo retoma las teorías como el interaccionismo[16] simbólico, la etnometodología[17] y especialmente en la teoría del acto social y del otro generalizado de Georges Mead, que tiene un carácter fenomenológico y hermenéutico por lo que consideran que la realidad se construya por medio de elaboración social de los significados.
Para concluir, respondamos a la pregunta de este ensayo. ¿Hay una verdad absoluta?
Bajo mi cosmovisión y como se ha leído en este trabajo, lo único que se contempla, es que la verdad y su problema giran en torno a la concepción de múltiples verdades contextualizadas en diferentes campos, culturas, épocas, disciplinas e interpretaciones.
El lenguaje puede utilizarse para transmitir información y coordinar las interacciones humanas porque los hablantes comparten en gran medida un contexto cultural o trasfondo común: conocen con mayor o menor precisión a qué realidades se refieren los términos lingüísticos. Pero la correlación no es perfecta, es posible que haya tergiversaciones bien intencionadas, problemas de interpretaciones no equivalentes, que quizás puedan resolverse con más interacción comunicativa. Es un hecho, que cada comunidad que ha construido conocimiento, lo ha hecho mediante la transmisión de los mínimos conceptuales, expresados en el Lenguaje, pues es mediante el lenguaje que la realidad objetiva, o cualquier otra que se desee, cobra sentido, pues todo conocimiento es codificado y estructurado por fonemas. Así, que la verdad y la realidad, se captan a través del lenguaje. Sencillamente, la verdad es discursiva.
Las diferentes verdades que se perciben, están en función del idioma en que se expresan, los objetos giran sobre el mismo y la lógica no refleja la realidad sino que varía de acuerdo a la lengua. Nuestra mente intenta comprender la realidad categorizándola y expresando las clasificaciones construidas mediante el lenguaje. Pero la mente y el lenguaje natural son herramientas imperfectas que sólo pueden representar la realidad-verdad (aletheia-veritas) de forma parcial y problemática.
Protágoras dijo: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Me encantaría redefinir esta frase así: “La mente es la medida de todas las cosas y el lenguaje, el arquitecto de todas las verdades” No existe una verdad absoluta, sino múltiples verdades El viejo dios cronos, revela dos cosas. La primera, es que cada una de estas verdades es de carácter impermanente y la segunda, es que la impermanencia de estas mismas afecta los postulados teóricos, los cuales no son inmutables.
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BIBLIOGRAFÍA
· Diccionario De Filosofía. Ed. Herder. Walter Brugger, 1978.
· Diccionario de las Religiones, ESPASA, Madrid, 1999.
· Historia del Pensamiento, Volúmenes: I, II, III y IV. Ediciones Orbis, Barcelona, 1987
· Schurmaan, Lamberto, Ética Política Edit. Escaton, Buenos Aires,1974

[1] Del verbo lanthano que significa ocultar, esconder, pasar inadvertido, desconocer, ignorar, no darse cuenta.
[2] Como cuando decimos: "Esto es oro verdadero; éstas son flores verdaderas. El contraste con los Medievales es que estos lo veían todo en la luz de Dios, consideraban que algo es ontológicamente verdadero, e incluso que todos los entes son ontológicamente verdaderos, porque son conformes a la idea según la cual Dios los concibió y los creó. En este sentido consideraban la verdad como un atributo trascendental del ser: "todo ente es verdadero".
[3] Veritas, rectitudo y iustitia la gran tripleta que se repetiría por siglos como baluartes incuestionables de Roma.
[4] Santo Tomás
[5] Los logros de Galileo incluyen: el apoyo del heliocentrismo, la mejora del telescopio, la primera ley del movimiento, las diferentes observaciones astronómicas y los detalles de la luna como cuerpo celeste. Galileo es considerado el <> Leonardo da Vinci hizo progresar el conocimiento en áreas como la anatomía, la óptica, la ingeniería civil y la hidrodinámica. Es considerado el más grande sabio de todos los tiempos y uno de los grandes pintores que ha tenido la humanidad. A Andrea Vesalius le debemos un gigantesco avance en anatomía. Es el padre de la anatomía moderna.
[6] Un pensamiento es verdadero cuando es conforme con los hechos, cuando corresponde a las cosas. Por ejemplo, si pienso que las bases nitrogenadas son los elementos básicos de toda vida, mi pensamiento es verdadero porque corresponde a los hechos, como pueden comprobar los biólogos. Si, en cambio, digo que los gatos son canes, o que Bolívar murió en 1915, mis pensamientos son falsos y errados porque no corresponden a la realidad comprobada por los zoólogos e historiadores.
[7] Es decir la verdad depende entre lo que se afirma en la proposición y la realidad. Por ejemplo, la proposición “hoy graniza” será verdadera si podemos comprobar que en efecto graniza.
[8] En este caso, la verdad depende de la coherencia o no contradicción de la proposición con el resto de proposiciones del sistema al que pertenece. Por ejemplo 7-2=5 es una proposición aritmética verdadera, porque no contradice las reglas de la substracción.
[9] La evidencia se produce sólo en la intuición, es decir, en un acto puramente racional por el que nuestra mente capta o "ve" de modo inmediato y simple una idea. La intuición es la captación intelectual inmediata de una idea.
[10] Para Hume, son las sensaciones, impresiones y emociones los datos de los que se constituyen las impresiones.
[11] Es decir, la verdad es la conformidad de la experiencia con los conceptos puros del entendimiento o las categorías.
[12] El positivismo es un sistema filosófico basado en la experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales. No admite como válidos científicamente otros conocimientos, que no procedan de la experiencia. Por lo anterior, se rechaza toda noción a priori(juicio racional) y todo concepto universal y absoluto.
[13] Ver nota número siete
[14] El positivismo dice que solo es válido aquello que se pueda probar.
[15] Por consiguiente, la verdad no necesariamente es el producto de la observación objetiva, sino de procesos sociales e interacciones en las cuales las personas se ocupan entre si. Todo es un complejo entretejido.
[16] Visión antropológica, microsociológia y psicológica que se basa en la comprensión de la sociedad mediante la comunicación.
[17] Perspectiva sociológica (1960) que toma en cuenta los métodos que se utilizan en la vida cotidiana

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